En hechos ocurridos en Octubre del año 2020, las autoridades ecuatorianas, descubrieron al interior de una vivienda familiar a los pequeños muertos y una madre que aseguraba que sus hijos habían muerto a causa del Covid-19.
Pesé a que la hoy condenada, identificada como Lissa María C. insistía en que sus hijos habían muerto producto del Coronavirus, fue el mismo padre de los menores y ex pareja sentimental de la mujer, quien pidió que la muerte de los niños fueran investigada a fondo, ya que la mujer días atrás lo había llamado a decirle que se iba a llevar todo lo que era de ella, incluyendo a los menores.
Tras estas declaraciones, las autoridades iniciaron unas labores investigativas que permitieron demostrar que los niños habían muerto producto de envenenamiento, justo la anoche anterior a que fueran encontrados.
Ante esto, el tribunal encargado del caso, decidió imponer a la procesada una condena de 35 años de prisión por el delito de filicidio de sus hijos.